El método Dalcroze es una forma de enseñar música, pero puede usarse en danza, actuación, terapia, terapia preventiva, y sus principios y técnicas se pueden aplicar en casi cualquier dominio. ¡Incluso conocí a un gerente de sucursal de seguros que tomó las ideas del método para aplicarlas con su equipo! Así que no hay límites para lo que podemos aprender a través del enfoque de Dalcroze.

Trilogía de Dalcroze
En el método hay tres componentes clave: La clase rítmica (que en realidad hace que el método sea único) La clase de solfeo y la improvisación.

La rítmica es lo que hace único al método, es la clase donde creamos y reunimos momentos que nos permite sentir los diferentes elementos de la música de una manera intuitiva. Nos movemos, saltamos, caminamos, usamos diferentes materiales, los lanzamos, etc. Para crear momentos que ayuden a nuestro cuerpo a funcionar antes de comprender.
La clase de solfeo consiste en leer y cantar siempre con los nombres de las notas, utilizando un do fijo. Y el objetivo es crear música a través de nuestra voz y nuestro cuerpo. En esta clase trabajamos con el objetivo de entrenar nuestro cuerpo para reaccionar a la música escrita y poder escribirla nosotros mismos.
La improvisación es donde todo confluye, en esta clase animamos al participante a crear, ya sea con su propia voz o con su instrumento, obras de arte espontáneas que ayudarán a desarrollar nuestro impulso de aprendizaje.
