Por Faba Rodea
Ayudar a los niños a reconocer y desarrollar sus fortalezas […] les dará la confianza para enfrentar desafíos y superar obstáculos!
La educación emocional es un aspecto crucial en el desarrollo y crecimiento de los niños. En un mundo cada vez más complejo y exigente, es importante que los niños aprendan a manejar sus emociones y a desarrollar fortalezas emocionales y valores que les permitan enfrentar los desafíos de la vida de manera saludable y equilibrada.
En este sentido, la psicología positiva y el mindfulness pueden ser herramientas valiosas para ayudarlos a cultivar su bienestar emocional y mental.
La psicología positiva es un campo de la psicología que se enfoca en el estudio de las fortalezas emocionales y valores que nos permiten desarrollar una vida más plena y satisfactoria. Uno de los pioneros en este campo es Martin Seligman, quien ha desarrollado una teoría llamada PERMA (acrónimo en inglés de las cinco áreas que considera cruciales para el bienestar: Positive emotions, Engagement, Relationships, Meaning, Accomplishment) que describe los componentes esenciales del bienestar humano. Según Seligman, el bienestar emocional se basa en cinco áreas principales:
Emociones positivas: Sentirse bien y disfrutar de la vida.
Compromiso: Participar activamente en la vida y estar involucrado en actividades que nos interesan.
Relaciones significativas: Mantener relaciones positivas con los demás y sentirnos conectados con ellos.
Significado: Sentir que nuestras acciones tienen un propósito y contribuyen a algo más grande que nosotros mismos.
Logro: Establecer metas y trabajar para alcanzarlas.
La psicología positiva se centra en fomentar estos componentes del bienestar y en ayudar a las personas a desarrollar habilidades emocionales y valores que les permitan experimentar una vida más satisfactoria y plena.
Desde su creación, ha habido un creciente número de investigaciones y estudios que respaldan la eficacia de la psicología positiva en la promoción del bienestar emocional y mental.
Pero ¿Cómo podemos aplicarlo en el aula? Una forma es ayudando a los niños a identificar y cultivar sus propias fortalezas, como el optimismo, la gratitud y la resiliencia. Esto puede ser tan simple como preguntarles a los estudiantes por qué están agradecidos o qué metas tienen y cómo pueden alcanzarlas, También se puede alentar a los estudiantes a hacer una lista de cosas por las que están agradecidos o a establecer metas realistas y trabajar para alcanzarlas. Es importante enseñar la resiliencia, que les permite recuperarse de situaciones adversas y adaptarse a nuevos desafíos podemos mostrar a los niños cómo manejamos las situaciones difíciles, cómo nos recuperamos de los errores y cómo seguimos adelante. ¡Somos un modelo a seguir para ellos! Otra forma de cultivar la resiliencia es ayudar a los niños a reconocer y desarrollar sus fortalezas. ¡Esto les dará la confianza para enfrentar desafíos y superar obstáculos!
Enseña habilidades de afrontamiento: Ayuda a los niños a identificar estrategias para manejar el estrés y la ansiedad, como la respiración consciente o el ejercicio. Estas habilidades les ayudarán a enfrentar situaciones difíciles con más facilidad.
La consciencia plena – El mindfulness
El mindfulness es una práctica que puede ayudar a los niños a prestar atención al momento presente, sin juzgar o reaccionar a las experiencias. Ayudando a mejorar su concentración y desarrollar una mayor conciencia de sus pensamientos y emociones.

El mindfulness, o la atención plena en español, es una técnica de meditación que se origina en la práctica budista y se popularizó en Occidente en la década de 1970, su objetivo es cultivar la capacidad de prestar atención plena al momento presente, sin juzgarlo ni tratar de cambiarlo. Al practicar la atención plena, uno se vuelve más consciente de sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales, lo que permite una mayor autoconciencia y autocontrol. La práctica del mindfulness implica enfocarse en la respiración, el cuerpo o los pensamientos, y simplemente observar lo que surge sin juzgarlo. Si la mente se distrae, se redirige gentilmente la atención hacia el objeto de la meditación.
Numerosos estudios han demostrado que la práctica del mindfulness puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la salud mental y emocional, mejorar la capacidad de atención y memoria, y mejorar la capacidad de regular las emociones.
En los niños el mindfulness es una gran herramienta que los ayudará a aprender a reconocer y aceptar sus emociones y pensamientos, sin reaccionar impulsivamente. Esto les da las herramientas para manejar situaciones difíciles con una mayor capacidad de respuesta y menos reactividad emocional. Además, al estar más presentes en el momento, los niños pueden aprender mejor y sentirse más conectados con sus compañeros y profesores.
¿Cómo podemos enseñar el mindfulness?
Introduciendo ejercicios de respiración consciente o meditaciones guiadas en la clase. También podemos permitirles tomar un tiempo para conectar con sus emociones y pensamientos, con momentos de silencio y reflexión.
Hay muchas formas en que se puede practicar mindfulness en el aula. Aqui hay algunas ideas que puedes adaptar a las necesidades y edades de tus estudiantes:
Respiración consciente
Una forma sencilla de practicar mindfulness es mediante la respiración consciente. Pide a los estudiantes que se sienten cómodamente en sus sillas con los pies apoyados en el suelo. Luego, pídeles que cierren los ojos y se concentren en su respiración, inhalando y exhalando profundamente. Pídeles que se concentren en la sensación del aire entrando y saliendo de sus pulmones y en cómo su cuerpo se mueve con cada respiración.
Exploración sensorial
La exploración sensorial es una actividad en la que los estudiantes se concentran en sus sentidos para prestar atención al momento presente. Pídeles que se sienten cómodamente en sus sillas y cierren los ojos. Luego, dales un objeto para que lo exploren con sus sentidos. Por ejemplo, una hoja de árbol, una manzana, un lápiz. Pídeles que presten atención a cómo se siente, cómo huele, cómo se ve, etc.
Caminata consciente
La caminata consciente es una actividad en la que los estudiantes practican mindfulness mientras caminan. Pide a los estudiantes que se pongan de pie y se concentren en cómo se siente su cuerpo mientras caminan lentamente por la habitación. Pídeles que presten atención a cómo se siente cada paso, cómo se siente su cuerpo mientras se mueve y a los sonidos que escuchan.
Meditación guiada

Una meditación guiada es una forma más estructurada de practicar mindfulness en el aula. Puedes buscar meditaciones guiadas en línea o grabar tu propia meditación guiada para que los estudiantes la escuchen y sigan tus instrucciones.
Recuerda que la práctica del mindfulness debe ser adaptada a las necesidades y edades de tus estudiantes. Estas son solo algunas ideas para comenzar a incorporar la atención plena en el aula.
Aprender sobre psicología positiva y mindfulness puede ser una experiencia emocionante y gratificante para nuestros estudiantes! Al incorporar estas prácticas en el aula, no sólo estaremos ayudando a nuestros estudiantes a desarrollar habilidades emocionales importantes sino que también estaremos creando un ambiente de aprendizaje más relajado y feliz.
Además, al incorporar estas prácticas estamos creando un ambiente de aprendizaje más armonioso y relajado, lo que puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico y la actitud de nuestros estudiantes hacia el aprendizaje. ¡Así que no lo pienses dos veces y comienza a practicar la psicología positiva y el mindfulness en tu aula hoy mismo!
¡padrísimo! Es una práctica que yo he encontrado es de mucho valor, tanto para lo alumnos como para mí. El hecho de comenzar con prácticas y o técnicas de respiración de manera grupal en la parte inicial de la clase a mí me ayuda bastante en que se regule toda ese rush de energía con el que los peques entran a sus clases.